Crónica de un simulacro

No suelo escribir sobre mi preparación del MIR; pero hoy haré una excepción porque el simulacro 13 lo merece. Ya sólo con el número auguraba que no sería un simulacro como el resto y así fue.

Como bien comenta Miriam, para muchos ha sido un simulacro raro.

Aparte de la mayor o menor dificultad del mismo (algo que da pie a cierta subjetividad), había dos características que no pasaban desapercibidas:

1. Ausencia de preguntas sobre Endocrinología.
2. Ausencia de electrocardiograma en la parte de imágenes.

Y es que no hay simulacro que se precie sin un mísero electro. Porque un simulacro sin electro no es un simulacro.

¿Y las preguntas de Endocrino? Teniendo en cuenta que en el examen MIR suelen caer aproximadamente unas 12-15 preguntas, pues es raro que en éste no hayamos tenido ninguna, la verdad.

Personalmente, a mí todos los simulacros me parecen difíciles en general. Primero porque sólo llevamos 9 asignaturas estudiadas de las casi 20 que hay y segundo porque muchas veces no te suelen poner las típicas preguntas MIR ni los conceptos/temas más preguntados. Es por eso que ante un supuesto mal resultado, no hay que agobiarse, pues éste no es del todo objetivo.
Por supuesto, no hay que olvidar que la memoria no es infinita. Las cosas se van olvidando, sobre todo de las primeras asignaturas que estudié. Es algo completamente normal y las vueltas sucesivas servirán para repasar y afianzar esos conceptos importantes que ahora no soy capaz de recordar.

Ahora a por Neuro, una asignatura densa donde las haya y que, a pesar de lo mucho que me gusta, no deja de ser de las asignaturas más difíciles y complejas en la que es fundamental entender y no tanto memorizar.