viernes, 3 de enero de 2014

Saliendo del nido

¡Feliz año nuevo!

Hoy he terminado la primera rotación en mi servicio. Después de 7 meses en Medicina Interna, la semana que viene salgo del nido y empiezo casi dos años y medio de rotaciones. La primera de ellas, dos meses en Neumología. Por un lado, me da pena dejar mi servicio. He estado muy a gusto con mis resis mayores y adjuntos. Sin embargo, por otro lado, tengo ganas de ver cómo funcionan otros servicios de mi hospital y seguir aprendiendo. Creo que estos dos meses en Neumología me van a venir muy bien de cara al manejo de toda la patología respiratoria, pues es en estas fechas cuando más reagudizaciones hay. Además, me vendrá genial para intentar enteder de una vez por por todas las pruebas de función respiratoria: VEF1, VEMS, volumen inspiratorio forzado... Y si me dejan hacer alguna broncoscopia, mejor :)

En realidad, no abandono mi servicio del todo. Continuaré haciendo alguna sesión clínica y, como Neumología está en la misma planta, podré pasarme por allí de vez en cuando.

Empezar la residencia rotando por mi servicio ha sido todo un acierto; ha sido la mejor manera de "aterrizar" en mi nuevo hospital. Creo que he sentado una buena base sobre el manejo de patología frecuente (anemias, insuficiencias cardiacas, insuficiencias renales, búsqueda de tumores...) y me ha ayudado bastante a la hora de manejarme en las guardias de la puerta de Urgencias. Además, también ayuda a coger confianza con tus resis mayores y adjuntos (especialmente con mi tutora), y a conocer el funcionamiento del hospital mejor que si hubiera empezado rotando por cualquier otra especialidad.

Ahora sólo queda seguir aprendiendo :) #modoesponjaON

viernes, 20 de diciembre de 2013

Cuando la hora llega

Ilustración de @mlalanda en su post Cuando sea vieja me moriré


Este mes llego tarde al #CarnavalSalud. La octava edición ha cerrado con 44 posts, ¡enhorabuena!
Nuestros amigos de Wikisanidad nos propusieron hablar sobre El derecho a bien morir. El texto que inspiró el tema es un post de Mónica Lalanda titulado Cuando sea vieja me moriré.

Cuando eliges dedicarte a la Medicina, empiezas a (intentar) asimilar que durante el ejercicio de tu profesión serás testigo del fallecimiento de algunas personas. Durante la carrera me enseñaron que la muerte forma parte de la vida; pero es durante la residencia cuando esto cobra mucho más sentido. Sin ir más lejos, hace unos días tenía que realizar el informe de ingreso de dos pacientes que fallecieron a las pocas horas de subir de Urgencias y a uno de ellos no me dio tiempo ni ir a verle antes del fatal desenlace.

La primera vez que me enfrenté al fallecimiento de un paciente fue hace un par de meses. Era una abuelita que venía de una residencia con un deterioro general bastante importante y fiebre. Tras unos análisis, resultó ser una infección urinaria que hizo que se descompensaran otras patologías previas que ya tenía. Debo añadir que en todo el proceso no apareció ningún familiar. A pesar del tratamiento antibiótico, la paciente no mejoró y finalmente falleció. Cuando me llamaron, me quedó un poco bloqueada porque jamás había visto un cuerpo muerto ni certificado una defunción, así que llamé a mi adjunta para decírselo. Ella me acompañó y me estuvo explicando el método: electrocardiograma, comprobar la arreactividad de las pupilas y la ausencia de respiración espontánea, etc.

El proceso de morir nunca es sencillo. En la mayoría de los casos, varios procesos confluyen y llevan al paciente a un deterioro progresivo durante el cual la familia y el propio paciente van asumiendo, ingreso tras ingreso, que éste se está apagando.
Sin embargo, en otras ocasiones, esto no es así y es donde, en mi opinión, el médico juega un papel importante. Hacer cosas, como poner una sonda nasogástrica o realizar una gastrostomía, es muy fácil. Lo realmente difícil es parar, es decir basta. Puede sonar muy frío, pero a veces llega un momento en que lo mejor que puede pasarle a un paciente es fallecer. En esos momentos en los que no merece la pena hacer nada más es donde el médico tiene que volver a hablar con los familiares, explicar de nuevo la situación. La comunicación es fundamental.

En mi opinión, debemos buscar una buena calidad de vida para nuestros pacientes, siempre, por supuesto, valorando el estado previo y la evolución de las patologías que ya presente.

lunes, 9 de diciembre de 2013

#NoSinEvidencia


La evidencia científica es uno de los pilares sobre los que se asienta la medicina moderna. Esto no siempre ha sido así: durante años, se aplicaron tratamientos médicos sin comprobar previamente su eficacia y seguridad. Algunos fueron efectivos, aunque muchos tuvieron resultados desastrosos.

Sin embargo, en la época en la que más conocimientos científicos se acumulan de la historia de la humanidad, existe hoy todavía pseudociencias que pretenden, sin demostrar ninguna efectividad ni seguridad, pasar por disciplinas cercanas a la medicina y llegar a los pacientes.

Los firmantes de este manifiesto, profesionales sanitarios y de otras ramas de la ciencia, periodistas y otros, somos conscientes de que nuestra responsabilidad, tanto legal como ética, consiste en aportar el mejor tratamiento posible a los pacientes y velar por su salud. Por ello, la aparición en los medios de comunicación de noticias sobre la apertura de un proceso de regulación y aprobación de medicamentos homeopáticos nos preocupa como sanitarios, científicos y ciudadanos, y creemos que debemos actuar al respecto. Las declaraciones de la directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) asegurando que "no todos los medicamentos homeopáticos tienen que demostrar su eficacia" y que "la seguridad no se tiene que demostrar con ensayos clínicos específicos" no hacen sino aumentar nuestra preocupación.

Por lo tanto, solicitamos:

  1. Que no se apruebe ningún tratamiento que no haya demostrado, mediante ensayos clínicos reproducibles, unas condiciones de eficacia y seguridad al menos superiores al placebo. La regulación de unos supuestos medicamentos homeopáticos sin indicación terapéutica es una grave contradicción en sí misma y debe ser rechazada. Si no está indicado para nada, ¿para qué darlo?
  2. Que la AEMPS retire de la comercialización aquellos fármacos, de cualquier tipo, que, pese a haber sido aprobados, no hayan demostrado eficacia mayor que el placebo o que presenten efectos adversos desproporcionados.
  3. Que el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y el resto de autoridades sanitarias persigan a aquellas empresas que atribuyen cualidades curativas o beneficiosas para la salud a sus productos sin haberlo demostrado científicamente.
  4. Que el Consejo General de Colegios de Médicos de España/Organización Médica Colegial, en cumplimiento del artículo 26 del Código de Deontología Médica, desapruebe a los facultativos que prescriban tratamientos sin evidencia científica demostrada.

Esta entrada se publica como apoyo a la iniciativa #nosinevidencia. Más información en el blog de la iniciativa y siguiendo el hastag #NoSinEvidencia en Twitter.

martes, 5 de noviembre de 2013

Financiación sin influencia, ¿es posible?

Hace casi dos semanas hice la primera sesión en mi servicio. Era una sesión bibliográfica sobre dos artículos; pero fue el primero de ellos el que generó todo el debate posterior.
El artículo en cuestión se titula Relación entre la polimedicación y el control de la presión arterial: cumplimiento, persistencia, costes e incidencia de nuevos eventos cardiovasculares. Lo más interesante del artículo se encuentra al final del mismo en el apartado de Conflicto de intereses.


Para mí, éste era el apartado más importante de todo el artículo. En éste uno de los parámetros que se analizaba era los medicamentos más usados en el tratamiento de la hipertensión arterial, entre los que destacaban el Enalapril (inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina) y la Hidroclorotiazida (diurético que bloquea la reabsorción de sodio), ambos disponibles como genéricos tanto de forma aislada como combinados.

Investigando un poco, la empresa Novartis tiene varias ramas de trabajo. Dentro de las que nos interesan, está la rama de Farmacéutica, donde se encuentran las patentes, y la rama de Sandoz, que engloba los medicamentos genéricos (entre los que se encuentran el Enalapril y la Hidroclorotiazida, entre otros).

Cuando comenté esto por Twitter, surgió la pregunta: si no ha habido influencia por parte del laboratorio, ¿por qué se declara como "conflicto"? ¿Podemos fiarnos de que realmente no ha influido? Y, por otro lado, ¿estamos demasiado predispuestos a esta desconfianza?

viernes, 13 de septiembre de 2013

Dos caras de una misma moneda, o no


Este mes vuelve #CarnavalSalud y desde Wikisanidad nos proponen hablar sobre marca personal y marca profesional, ¿juntas y revueltas?

Buscando un poco sobre este tema (en Wikisanidad podéis consultar más bibliografía sobre este tema), he encontrado la Guía práctica para el uso de redes sociales en organizaciones sanitarias, que nos da consejos sobre la publicación de contenidos y, respecto a Facebook, nos dice lo siguiente: "Queremos que toda la información llegue al máximo de personas posible y tener un perfil personal no hace sino reducir nuestro radio de comunicación". También me he topado con la Guía de usos y estilo en las redes sociales del Sistema Sanitario Público de Andalucía, que viene a decirnos prácticamente lo mismo.

Recién estrenada la residencia, mis perfiles sociales tienen mucho de personal y más bien poco de profesional, la verdad. Además, no suelo hablar sobre Medicina en general, sino sobre "mi Medicina": anécdotas que me suceden durante las guardias, la convivencia con otros residentes, el trato con el paciente en la planta... Todo ello relacionado con mi día a día en el hospital.

Por otra parte, creo que no podría separar del todo ambas facetas. No existe una línea nítida que las separe, me empapo de todo lo que puedo tanto dentro como fuera del hospital. No soy sólo residente de Medicina Interna, soy también la que viaja, la que lee Juego de Tronos, la que escucha música, la aficionada a la Fórmula 1, la que turistea, la que le encanta la playa... Como dice Rosa Taberner en su blog, mi yo-residente sería puro aburrimiento.

Y tú, ¿qué opinas?

Imagen: Trastorno disociativo.
Fuente: Manual de Psiquiatría (CTO).

lunes, 2 de septiembre de 2013

Fin de la primera rotación


Termina agosto y termina también mi primera rotación de la residencia: Urgencias.

Este servicio se divide en varias estaciones:

  • Triaje: aquí se evalúa a cada paciente y se les da una prioridad por colores, aunque muchas veces esta clasificación dista bastante de la realidad...
  • Nivel 1: aquí se atienden patologías sencillas que no requieren de pruebas complementarias ni observación.
  • Nivel 2: aquí tenemos las consultas y se atiende patología que generalmente necesita de una evaluación más exhaustiva o alguna prueba complementaria.
  • Observación: la palabra lo dice todo. Aquí pasan los pacientes que necesitan cierta vigilancia: dolores torácicos, hemorragias digestivas, ciertas cefaleas y dolores abdominales, síncopes...
  • Traumatología: las urgencias de esta especialidad (y mucha de Cirugía también).
Una de las cosas positivas que me llevo de esta rotación es el haber podido realizar ciertas técnicas, como paracentesis o artrocentesis, que en planta difícilmente voy a practicar, aparte de ver patología muy frecuente y reforzar su manejo.

Ahora vuelvo a mi servicio (Medicina Interna) hasta enero. Aunque Urgencias me gusta mucho, echaba de menos la planta, la verdad.

Feliz comienzo de septiembre :)

lunes, 26 de agosto de 2013

Tradición oral vs. Evidencia científica

La Medicina basada en la evidencia trata de integrar la mejor evidencia científica,
la experiencia del clínico y los valores y preferencias del paciente

Durante nuestra rotación por el servicio de Urgencias, cada uno de los residentes tenemos que presentar una pequeña sesión clínica. Como estamos en pleno periodo vacacional, estas sesiones son bastante sencillas y aprovechamos para repasar patología frecuente que llega a este servicio.

Hace unos días, una compañera hizo una sesión sobre el Manejo del escroto agudo en Urgencias. Dentro de esta denominación se engloban varias entidades, siendo una de ellas la torsión de la hidátide de Morgagni, que fue la que dio lugar al debate. El debate era sobre si se pautaba o no antibioticoterapia como parte del tratamiento. La adjunta que tutorizaba esta sesión afirmaba que sí (no recuerdo que antibiótico dijo, creo que algún betalactámico) mientras que mi compañera, después de consultar varios manuales sobre Urgencias y Urología, sostenía que no.

Para intentar desempatar, busqué en UpToDate y encontré lo siguiente:


Obviamente, esto no sentó muy bien...

Durante la sesión, se preguntó al resto de adjuntos y todos afirmaron que no se prescribía antibiótico. Puede que antes sí estuviera indicado; pero hoy en día la evidencia nos dice que no.

Foto: Medicina basada en la evidencia

domingo, 18 de agosto de 2013

Rotando en Urgencias


Durante este mes de agosto estoy rotando por el servicio de Urgencias. Esta rotación no tiene nada que ver con las guardias. Por la mañana siempre voy con un adjunto y muchas veces me he sentido como si volviera a ser estudiante; pero a partir de las 15h, cuando comienzo la guardia, el chip cambia y veo a los pacientes yo sola.

Urgencias mola. Aunque durante las guardias hay patología muy repetitiva (cólicos renales, cefaleas, dolores abdominales...), yo lo miro por el lado bueno y veo me ayuda a reforzar conocimientos, como pruebas que solicitar y preguntas que no debes olvidar hacer.

A veces, las mañanas no son tan aburridas. Por ejemplo, esta semana he realizado dos paracentesis evacuadoras, y yo la mar de feliz :) Además, si algún especialista acude a hacer una valoración, me pego a él durante su visita. Si se quiere, se pueden hacer muchísimas cosas: sacar sangre, coger vías, poner sondas nasogástricas o vesicales... Hay adjuntos/enfermeros que te lo ofrecen y otros que no; pero siempre pregunto si me dejan porque el no ya lo tengo. Actitud proactiva que lo llaman.

¡Ah! El pasado martes 13 presenté mi primera sesión clínica: Manejo de bradicardia y taquicardia sintomáticas en Urgencias. Es bastante sencilla, se basa en los algoritmos que propone la AHA para el manejo básico de ambas entidades (fuera de patologías concretas, como, por ejemplo, la fibrilación auricular). Aunque estaba saliente de guardia, creo que salió bastante bien.

Mucho ánimo a los que os estáis preparando el #2MIR14. En verano es especialmente duro: todo el mundo colgando fotos de sus vacaciones y tú sentado durante horas frente a un manual. Aprovechad los domingos para descansar. El esfuerzo tendrá su recompensa :)

domingo, 7 de julio de 2013

Me duele el corazón


Son casi las 7 de la mañana cuando un axiliar trae un nuevo papel de un paciente que ha venido al servicio de Urgencias. De 21h a 8h no hay triaje, así que desconocemos el motivo de consulta, aunque normalmente lo preguntan los administrativos para que podamos orientarnos.

El axiliar me comenta que el paciente viene por mareo y opresión torácica, así que enseguida lo paso para que las compañeras de enfermería le vayan haciendo un electrocardiograma y una analítica con marcadores cardiacos para ir adelantando.

Manuel es un hombre de 69 años que vive solo. Es hipertenso; pero no tiene diabetes. Estuvo ingresado en Cardiología por un síndrome coronario agudo, siendo el cateterismo completamente normal. Ahora no se detecta ninguna patología en el electro, por lo que podemos tranquilizarle un poco mientras los compis de laboratorio hacen su trabajo.

Manuel me cuenta que hace unos días su psiquiatra le ha modificado la medicación y que, cada vez que lo hace, se encuentra un poco mareado (ya le ha pasado varias veces). Me dice que tiene "una angustia" en el pecho... Le pregunto un poquito por qué le ve el psiquiatra y, mientras yo voy viendo el porqué real en su historia clínica, él me responde que es porque tiene "muchos nervios". Tras explorarle, le informo que, de momento, no parece que sea nada cardiaco y que le avisaré cuando tenga todas las pruebas, así que aviso a un celador para que se lo lleve a Radiología.

Mientras tanto, en Urgencias la cosa se nos complica un poco: una taquicardia ventricular que hay que cardiovertir, una perforación de una úlcera por la hay que llamar corriendo a Cirugía, un edema agudo de pulmón... Los compis de Laboratorio están a tope, así que hay resultados que tardan un poquito en salir.

Cuando ya tengo todos los resultados de las pruebas complementarias de Manuel, las comentó con el adjunto y está de acuerdo conmigo en darle el alta.

Llamo a Manuel, lo paso a una habitación, cierro la puerta y me siento a su lado. Le informo de que todas las pruebas son normales y que no hay por qué preocuparse por una parte de su corazón; pero que hay otra parte que no está bien. Él me mira extrañado y es entonces cuando le pregunto cuándo falleció su mujer. Su mirada se humedece y me dice que hace poco más de 5 años. Hablamos un rato sobre el duelo, sus hijos y sus nietos. No me canso de decirle que siempre se acordará de su mujer y que manejar el dolor que le causa lleva su tiempo, que éste nunca desaparecerá del todo... Acordamos llamar a su hija por teléfono para que venga a recogerle. Cuando hablo con ella, intento tranquilizarla, pues no es nada agradable que te llamen de Urgencias porque un familiar está allí. Un ratito más tarde, ella llega y la hago pasar, y hablamos los tres durante un buen rato. Planteamos varias opciones: seguir visitando a su médico y a su psiquiatra, ir a vivir con su hija unos meses para estar acompañado, llorar cuando le apetezca... Les despido en la puerta y se van los dos juntos.

Me despido de mis compañeros deseándoles una buena guardia y algunos se sorprenden de verme aún por allí. Cuando quiero salir del hospital son casi las 10:30h; pero hoy me voy completamente realizada y con la sensación del trabajo bien hecho.


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